Paul Scott, conocido por sus cerámicas decoradas con transferencias, ofrece en esta pieza una sensible, aunque no falta de ironía, forma de homenaje a Japón y las consecuencias de la tragedia de Fukushima. La ola que sumerge el idílico japón en esta pieza no es otra que la conocida “Gran ola” de Katsushika Hokusai, que en la serie “Treinta y seis vistas del monte Fuji”, parece a punto de engullir, tanto al mismo monte Fuji, como a los humildes pescadores que se debaten en el mar. En este caso parece ser la que suponíamos controlada sociedad japonesa la que sucumbe ante las terroríficas “garras del dragón” del tsunami que provoco a su vez la tragedia nuclear de Fukusima.
Fukushima, 48 × 36 cm..
Esta pieza está a la venta en la galería británica The Scottish Gallery, donde se pueden ver otras cerámicas de este artista: