El segundo libro escrito y editado por Celina Clavijo que traemos a esta sección continúa con la propuesta de conjugar el concepto de tradicional manual de cerámica con ofrecer la posibilidad de conocer más profundamente los usos y costumbres de la producción de cerámica en Japón.
Este libro está compuesto de tal modo que podría considerarse como un amplísimo reportaje sobre la enseñanza del uso del torno, ya que se basa en las enseñanzas impartidas por el profesor Hiroaki Takahata en el «Shigaraki Ceramic Research Institute», de Japón. Como se dice en la introducción, este libro es una recopilación de notas y bocetos que recogió la autora durante el año escolar de 2010, mientras cursaba la asignatura de aprendizaje de torno especializada en «pequeños objetos», nombre con el que se conocía la clase dedicada a los objetos de mesa, como tazas, cuencos, pequeños platos, teteras, etc.
Al leer el libro en seguida percibimos es que aunque la estética, e incluso la filosofía, de la cerámica japonesa están muy extendidas en todo el mundo, la forma en que esta cerámica se produce o la filosofía de trabajo de quien la hace, no lo están tanto. La autora, residente en Japón desde hace más de veinte años, nos transmite el rigor con el que se emprende el aprendizaje del uso del torno, impregnando sus páginas del profundo respeto con el que profesores y alumnos afrontan los proyectos de piezas utilitarias a lo largo del año escolar.
Después de explicar aspectos generales de la producción de cerámica al torno, como es el amasado, centrado o uso de las diferentes herramientas, Celina Clavijo desarrolla cada uno de los proyectos que todo alumno debía realizar a lo largo del año, explicando que de cada pieza, por ejemplo, un «chawan», cada alumno hace alrededor de cien piezas, de las que, con suerte, un par de ellas llegan a tener la calidad suficiente para que el profesor permita que se esmalten y cuezan.
La autora, como en el anterior libro, incide en la conveniencia de usar las herramientas adecuadas a cada proyecto, hasta el extremo de confeccionarlas a medida en cada caso, aunque ella misma explica que no otros ceramistas limitan el número y tipo de herramientas. Esta es una de las pocas opiniones personales que la autora expone a lo largo del libro, ya que en términos generales, actúa «como una periodista que registra lo que ve», en sus propias palabras.
El libro, como es de esperar en una auto edición, no cuenta con espectaculares fotografías ni alardes de diseño; sin embargo, tanto el contenido como el continente colman las expectativas de aquellos que deseen acceder a un manual de cerámica directo, casi una transcripción de lo que es una clase de torno en un centro de enseñanza japonés. También es muy destacable el esfuerzo de ofrecer unas ilustraciones concisas y claras, con centenares de fotografías y dibujos, que en muchos casos están basados en fotografías tomadas directamente durante las clases.
Sin duda es este un libro que merece la pena tener en cuanta a la hora de acercarse a la cerámica japonesa, especialmente a la producción de cerámica funcional de uso habitual en Japón.
——————————————————————————————————————————————————–
Celina Clavijo nació en La Paz (Bolivia), después de terminar sus estudios de arquitectura se trasladó a Japón para continuar su formación, aunque posteriormente comenzó en 1983 a estudiar cerámica y pintura Sumi en Kyoto. Su formación en estas dos materias se ha visto complementada con estancias en China, Europa y Estados Unidos. Ha obtenido varios premios y ha participado en exposiciones en Australia, Bolivia, Canadá, Reino Unido, Italia, Japón, España, Suecia y Estados Unidos. Actualmente vive y trabaja en Shiga (Japón).
——————————————————————————————————————————————————–
——————————————————————————————————————————————————–
——————————————————————————————————————————————————–
Texto: Wladimir Vivas