Residencias artísticas Internacionales en la Escuela de Arte “Talavera” (III)

by Infocerámica

“La cerámica es pensar, decir, reflexionar sobre el mundo”

Foto personal de Graciela Olio

Última entrega de la serie de artículos y entrevistas dedicados a las residencias organizadas por la Escuela de Arte de Talavera. En esta ocasión os traemos una entrevista realizada a una de las primeras ceramistas que participó en las residencias: Graciela Olio

La ceramista argentina Graciela Olio participó en la edición de 2016 de estas residencias, en las que compartió el espacio de la Escuela de Arte con la también ceramista Danijela Piculjan y la fotógrafa norteamericana Jeannie O´Connor.

Comenzamos la charla de forma distendida, en un tiempo de descanso de su trabajo en la Escuela de arte de Talavera. Graciela Olio habla despacio, pero defendiendo su discurso con seguridad. Desde el primer momento comienza explicando su trabajo. Es profesora universitaria y se percibe su capacidad de dar información de forma concisa y directa, realmente es ella la que comienza la entrevista sin esperar una pregunta: “Las piezas que realicé durante la residencia van para Alemania, para Madrid, otras quedan aquí, una va a Croacia… Para mi es importante que la obra trascienda y circule. Yo no soy de las que se enamoran de su obra y se las quieren quedar. Yo prefiero que la obra ande por el mundo, para mi eso es lo más importante. Más que las ventas…, yo tengo mis ingresos en la docencia…

Wladimir Vivas. A menudo se habla de la libertad que da el tener un trabajo como docente.

Graciela Olio. Si, porque si perteneces al “staff” de una galería hay presiones, tienes que hacer lo que se vende, y a mi eso no me gusta; yo soy libre, vengo acá y la obra queda acá o va a otro lado, y trabajo lo que yo quiero, en el momento que yo quiero y el tema que yo quiero. Eso es impagable.

W. Para muchos artistas trabajar con presión iría en contra de la esencia del arte.

G. Yo no podría. Acá (en la residencia), que vienes por un mes y que tienes que trabajar y dejar obra, para nada sentimos presión, soy totalmente libre de hacer lo que quiera.

Cerámica de Graciela Olio

W. ¿Venías con ideas previas sobre el trabajo que harías durante la residencia?

G. Bueno, son los temas que yo vengo trabajando, es parte de los proyectos que suelo hacer: las casas de refugiados, las que se derrumban, las casas de la guerra. Toda esta problemática mundial de la destrucción, de los bombardeos, los terremotos, las grandes tormentas, las inundaciones, son temas que yo vengo trabajando. El tema de la emigración siempre está presente para mi, y los refugiados son como una nueva ola de inmigración. Refugiados hubo en todas partes y épocas, pero ahora en Europa…, son temas que están latentes en mi y cuando trabajo salen. Me gusta apropiarme de imágenes que circulan, otras propias o de amigas. Y eso es lo que yo hago en cualquier lado del mundo.

W. Una de las cosas que resaltan en tu obra es que, a diferencia de otras esculturas que se centran más en el efecto estético, en tu obra se cuentan historias.

G. Para mi es muy importante. Nunca me interesó solo la parte estética del arte, creo que es algo más que eso. Creo que el concepto, lo que vos querés transmitir… Yo necesito de estas cosas más figurativas donde se narren historias y se vean imágenes. Hay quien cuenta cosas de manera abstracta y está muy bien. Pero estoy abierta al cambio, el mundo cambia constantemente y eso para mi es importantísimo. Además, cuando alguien es docente, constantemente va aprendiendo, viendo los cambios y las cosas nuevas, es un “ida-y-vuelta” con los alumnos. Aprendo muchísimo de mis alumnos, que vienen de otras disciplinas.

W. Quizá esas ideas ajenas a la cerámica sean las más enriquecedores y libres.

G. Yo no les digo “vos tenés que hacer esto así”. Les doy pautas de trabajo, se fijan en lo que les sugiere el material, el trabajar con pieza cruda, por eso se llama (la catedra que dirige) “Cerámica expandida”, porque todas las producciones que andan por ahí y que no se pueden clasificar dentro de lo cerámico son las que a nosotros nos interesan.

W. ¿Cada vez hay menos fronteras en el mundo del arte?

G. Puede, pero en la cerámica tradicional eso todavía no está incluido, por eso a mi me interesa “re-pensar” la disciplina, hacerla más abierta, más contemporánea, y es lo que tratamos de hacer en nuestras investigaciones y es lo que proponemos técnicamente, porque está todo muy mezclado. Lo ortodoxo está y se valora, pero yo creo que hoy la gente necesita otra cosa.

Cerámica de Graciela Olio

W. Hay lugar para todo, ¿no es eso lo maravilloso del arte?

G. Respeto y admiro a quien hace trabajos tradicionales, precisamente hoy estuvimos en el “Centro cerámico” y es una gente extraordinaria, que trabajan maravillosamente bien, con diseños propios o con diseñadores, re-interpretando los diseños tradicionales de Talavera. Eso es contemporáneo, esa cabeza “abierta” es la contemporaneidad.

W. ¿La dificultad para “abrirse” ha hecho mucho daño a la cerámica?

G. Creo que muchísimo, como no circular en los circuitos de la contemporaneidad en los que debería. La cerámica es parte de esa contemporaneidad, es parte del arte contemporáneo. Fíjate que justamente quienes tienen más éxito en el arte contemporáneo con la cerámica es gente que no es ceramista. Y eso nos dice algo.

W. ¿No crees que algunos ceramistas tienen la idea de que por el hecho de serlo, sus piezas serán siempre mejores que las de alguien que no es ceramista?

G. pero es que también cabría preguntarse qué es hoy ser ceramista.

W. ¿Y qué es?

G. Yo creo que ante todo es ser una persona abierta, que utiliza lo que necesita. Por supuesto que saber el oficio es muy importante, porque te da libertad. Pero lo más importante para mi es no atarse a lo técnico, al oficio como único camino, porque eso no te lleva a ninguna cuestión conceptual ni de pensamiento. La cerámica es pensar, decir, reflexionar sobre el mundo, como lo son las demás disciplinas. Es tan ancestral como el hombre, que necesitó la cerámica para sus necesidades físicas, pero también espirituales.

W. Los vestigios arqueológicos más antiguos no son piezas funcionales sino espirituales…

G. Surge de las necesidades del hombre, que son muchas. Para el hombre contemporáneo una necesidad es estar atento a lo que ocurre en el mundo y reflexionar sobre ello. Los artistas intentamos dar medios o caminos. Pero el fin no es el material, el oficio o la técnica, estos son medios, para mi la cerámica es eso.

W. ¿Crees más en la pieza como un camino para llegar a un mensaje?

G. Es que si no, no tiene ningún sentido, si no es así se convierte en un objeto decorativo ¡que está muy bien que los haya! pero eso es otra cosa.

W. Últimamente muchos artistas utilizan piezas ya realizadas con otros fines para componer sus propias obras artísticas. Se puede decir que tratan de dotar de sentido a piezas rotas y pedazos de otras cerámicas que no lo tenían.

G. Yo utilizo mucho lo que está hecho, en este momento son las imágenes, pero en otra época utiliza cerámica pre-hecha, fabricada. lo utilizo para re-inventar otra cosa, para decir otras cosas a través de esto. Hoy la cerámica es eso, ya no es ni siquiera una disciplina…, se expandió, es más que una disciplina.

Graciela Olio trabajando en Talavera

W. ¿Existe el peligro de que en esa expansión la cerámica se difumine?

G. No, porque siempre prima el material, el barro cocido será siempre cerámica, se haga de la forma que se haga. Ahora introducimos el barro crudo en nuestras instalaciones, como Alexandra Engelfield. Pero eso no estaría incluido dentro de la cerámica tradicional, pero para nosotros está dentro de la cerámica.Todas esas expresiones que involucran la arcilla están dentro de esta nueva órbita que llamamos cerámica. No queremos disciplinarla, justamente nos interesa trabajar con esa cuestión indisciplinada.

W. ¿Consideras “cerámica” todos los trabajos que se realizan con barro como material?

G. Si, ¿por qué no?

W. ¿Crees necesario acotar tanto? ¿clasificar por disciplinas?

G. Para investigar necesitamos nombrar, por ello pensamos en la expresión “cerámica expandida”, y en ella incluimos todas las producciones de diferentes tipos de producciones que tienen que ver con la arcilla de alguna manera. Yo sé que nombrarla es acotarla, pero tenemos que decir de alguna manera lo que estamos estudiando.

W. ¿Ves mucha diferencia entre los sistemas de enseñanza en Argentina y en España?

G. Mirá, en Argentina hay diferentes niveles de enseñanza y diferentes espacios en los que se enseña la cerámica, desde los más tradicionales, en los que se apunta al oficio, como la Escuela Nacional de Cerámica o el Instituto Municipal de Cerámica de Avellaneda, donde se enseña muy bien el oficio, y de los que salen excelentes alfareros, ceramistas, artesanos de excelente nivel. Pero desde hace ya más de cincuenta años existe también en las Universidades la orientación cerámica dentro de Bellas Artes, en donde no se le da tanta importancia al oficio “puro y duro”, como dicen ustedes, sino con experiencias más abiertas. Yo, cuando terminé la facultad, me dije: “yo no sé nada”, y me encerré en mi pequeño taller a experimentar, incluso a desandar algunos caminos que me hicieron andar en la facultad, ahí yo creo que aprendí algo, sobre todo a no pensar que lo que te enseñan en la facultad es la verdad absoluta. Desandando esos caminos es como puedes encontrar el tuyo propio, que para mi es lo más importante. No se trata de repetir, me gusta ir al fondo de las cuestiones, ya sean técnicas de todo tipo y, si entiendes el fondo puedes legar a algo. Y yo trato de enseñar así.

Cerámica de Graciela Olio

W. Después de tantos años que se lleva haciendo en Argentina este sistema de enseñanza, ¿Se nota en el mundo del arte?

G. En el circuito de arte contemporáneo circula más la gente que hace cerámica pero no es ceramista, porque en muchos casos los ceramistas nos quedamos en las técnicas y el oficio, y eso no está bien visto ni valorado en el mundo del arte. En Argentina vivimos en permanente crisis y el mercado del arte es pequeño y, para un artista, vivir de la venta de la obra es muy complejo. Todavía hay prejuicios con la cerámica.

W. Bueno, también en Europa ocurre eso.

G. Sí, pero en algunos países hay más circulación que en otros; en cualquier caso, yo tengo muchos amigos artistas, pintores, escultores, etc, y a todos les cuesta mucho vivir. hay muchos jóvenes que quieren estudiar arte, pero todavía es muy difícil vivir del arte. Pero seguimos adelante. Yo me siento una privilegiada de haber elegido esta profesión, cada día que me levanto y entro a mi taller, digo ¡qué afortunada soy! Enseñar para mi es también un placer, lo disfruto muchísimo

W. En España gran parte de las personas que hacen cerámica no consiguen dar el salto a la profesionalidad ¿cómo crees que debe enfocarse este paso adelante, ese intento de ganarse la vida con la cerámica?

G. La profesionalización es importante, ser profesional es alguien que entiende la materia y que puede manejarse en diversos ámbitos. En ocasiones tienes que trabajar con lo que te proporcionan. Y esto se adquiere trabajando, no lo da el título, el título no es nada. La verdadera profesión es la que se adquiere trabajando día a día, construyendo y pensando, dando y recibiendo.

Cerámica de Graciela Olio

W. ¿Es una actitud hacia tu oficio?

G. Totalmente, en Argentina se lucha mucho por la cerámica. El Centro de Arte Cerámico es un organismo que hace más de cincuenta años que existe, con sus pros y con sus contras, siempre luchan por conseguir medios; en el Salón Nacional de Artes Visuales, que es el más importante del país, la cerámica está incluida desde el año 60, y luchamos para que se equiparen los premios. Y son muy importantes, tenemos una pensión vitalicia a partir de los ochenta años para los ganadores. Hemos conseguido muchas cosas en Argentina, por tenaces, por luchar, por hacer las cosas bien. A lo largo de mis 38 años de profesión creo que he puesto mi granito de arena.

W. Seguro que si.

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Residencias artísticas Internacionales en la Escuela de Arte “Talavera” (I)

Residencias artísticas Internacionales en la Escuela de Arte “Talavera” (II)

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 Infocerámica agradece a la Escuela de Arte de Talavera la ayuda prestada para la publicación de este artículo, y muy especialmente a Graciela Olio por el texto. Las imágenes se publican con el permiso expreso de los autores exclusivamente para la promoción de las residencias. Todos los derechos reservados.

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