La Fundación Loewe ha dado a conocer los 30 artistas finalistas de la edición 2022 del LOEWE FOUNDATION Craft Prize, Cuyo premio se dará a conocer en la próxima primavera
El Premio para la obra ganadora es de 50.000 euros. La obra ganadora seleccionada por el Jurado, así como las obras de los finalistas seleccionados por el Panel de Expertos se incluirán en una exposición y en el catálogo adjunto “LOEWE FOUNDATION Craft Prize 2023”, que se podrá ver en Nueva York.
La participación de ceramistas siempre es importante en este premio, de los 30 finalistas, encontramos a seis ceramistas.
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El jurado ha razonado su selección, que ofrecemos a continuación:
Claire Lindner, France. “Buisson nº2, Gres y esmaltes.
“Vibrante en forma y color, este dinámico objeto escultórico se ha elaborado utilizando un molde de hoja de escayola de la posguerra procedente de Vallauris, una región de Francia conocida por su alfarería. Las placas de gres se han estampado en el molde, se han retorcido y distorsionado cuidadosamente y, a continuación, se han unido intuitivamente para crear una gran forma orgánica que se despliega, un guiño lúdico a la loza de lechuga del siglo XVIII. A continuación, la obra se ha rociado con finas capas de esmalte, utilizando un degradado de colores que van del verde al rojo y evocan tanto la vegetación como las llamas incandescentes.”
Prue Venables, Australia. ‘Black Triangulated Form’. Porcelana de Limoges y esmalte negro.
“Esta vasija de porcelana de Limoges es un bello estudio del espacio y el movimiento dentro de la forma. La flexibilidad de la porcelana ha sido osadamente manipulada con habilidad y precisión para crear una forma suavemente retorcida con geometría triangular opuesta. La obra acabada tiene una sensación de armonía, elegancia y sorpresa, y está acabada con un rico esmalte negro satinado.”
Nathalie Doyen, Bélgica. ‘Pays Cabi’, Gres coloreado con óxidos y pigmentos, piezas de bellotas naturales.
“Esta gran obra de cerámica globular parece en principio un trabajo textil, creado a partir de un mosaico de diferentes materiales, con ribetes blancos y rojos para delimitar cada sección. En el centro, gres coloreado con óxido de cobalto y tinte turquesa. En un proceso que ha durado más de 5 meses, se han enrollado y aplanado minúsculas bolas de arcilla a mano, y luego se han pinchado con una aguja para producir una superficie texturada, que transmite una sensación de suntuosa tactilidad parecida al terciopelo.”
Kristin Mckirdy, Francia. ‘Untitled, 2018’. Barro de baja temperatura, esmalte y terra sigilata.
“Formada por dos partes, esta obra formal y conceptual celebra las posibilidades de las superficies cerámicas y se inspira en formas naturales y artificiales. Deliberadamente ambigua, su forma podría ser una referencia a las piezas de un juego infantil, o una señal de advertencia, que recuerda a una boya o un artefacto explosivo. La obra está construida con diversas técnicas, desde el torno a los churros, y cada superficie tiene un acabado distinto. El exterior rugoso y quemado contrasta con las superficies lisas satinadas y esmaltadas en negro y rojo, acabadas con terra sigillata o esmaltes cerámicos y cocidas en horno eléctrico, lo que subraya aún más la inquietante sugerencia de tensión entre seguridad, peligro y destrucción de la obra.”
Inchin Lee, Corea del Sur. ‘Large Vessel (Facetado)’, cerámica.
“Esta vasija muestra un profundo conocimiento de la arcilla y de cómo puede manipularse para transformar sus propiedades. Inspirada en las antiguas técnicas y métodos coreanos, la vasija se ha moldeado en el torno para crear primero un exterior liso y luego, mediante una serie de tallas y cortes precisos, se le ha dado forma hábilmente en una superficie geométrica facetada. La cocción en un horno de leña ha creado diferentes texturas en su superficie y ha realzado los colores naturales de la arcilla para complementar los planos inclinados de la vasija.”
Eriko Inazaki, Japón. ‘Metanoia’, Cerámica.
“Esta delicada obra trasciende las expectativas de la cerámica artesanal y se ha creado minuciosamente utilizando cientos de minúsculos componentes. La complejidad de la obra, que tardó más de un año en completarse, se ha logrado superponiendo y disponiendo estas pequeñas pero intrincadas formas y fijándolas a un núcleo de arcilla antes de cocerlas en el horno. La fragilidad de las diminutas piezas que la componen confiere a la obra una cualidad mágica. Su cuidadosa composición crea una sensación de estallido, de energía radiante a través de la superficie de la obra, evocando una sinfonía. Esta obra demuestra un importante equilibrio entre la excelencia técnica y el arte.”
Texto e imágenes de la página web del Premio Loewe: www.craftprize.loewe.com