
Cosmic Debris reúne más de quince años de exploración cerámica de Manuel Seita, donde tradición, experimentación y poesía de la forma se entrelazan. La exposición invita a contemplar la relación del artista con la materia, el tiempo y el cosmos a través de figuras, estructuras y abstracciones que revelan un universo creativo en constante transformación
Cosmic Debris
Curador y autor del texto: José Alberto Ferreira
Fotos: João Bettencourt Bacelar
A lo largo de los años, Manuel Seita ha trabajado con la arcilla siguiendo múltiples caminos. Se inició en los misterios de la producción cerámica tradicional junto a los maestros del torno, para luego emprender la senda que lo conduciría hacia la creación artística. En ella ha ido configurando un territorio donde se entrecruzan, en distintos ritmos, la figuración y la abstracción, la intensidad de la experimentación material y las jornadas de investigación y descubrimiento de nuevas formas. Todo ello sin perder nunca el diálogo vivo y transformador con la intemporalidad de las tradiciones, las posibilidades de la técnica y la materialidad ancestral del barro.
Esta práctica implica también la repetición de un conjunto de gestos inmemoriales —la mano que amasa, moldea, corta, pinta, esmalta, cuece— mediante los cuales la materia primordial se transforma en artefactos cotidianos, utensilios, juguetes o arte; es decir, en interrogaciones fundamentales a través de las cuales el ceramista reafirma su vínculo con el cosmos, una relación directa, táctil, no mediada. O, más precisamente, solo mediada por el barro, esa materia que se reinventa y renueva una y otra vez en el concierto de objetos, fuerzas y atracciones que conforman el universo.
El cuerpo y la materia, el barro y la mano, se encuentran así en una relación —arcaica y renovada, inventada y reencontrada— con ese espacio material que filósofos, poetas y teóricos han reconocido como horizonte de inquietud cósmica. ¿Y no es acaso el torno del alfarero una imagen del círculo cósmico, lugar de creación donde el cuerpo del artesano se inscribe con todas sus preguntas?
En Cosmic Debris, Manuel Seita presenta un conjunto de obras realizadas entre 2007 y 2024, utilizando pastas cerámicas, arcillas de distintos tipos y otros materiales. El recorrido revela la trayectoria del artista y sus indagaciones. El espacio expositivo se organiza en núcleos que agrupan las piezas según afinidades formales y temáticas: figuras (cabezas, cuerpos), formas (líneas, torsiones, volúmenes) o dispositivos arquitectónicos (estructuras, modelos, patrones). Una sección final establece un diálogo entre la poesía de las formas y las formas de la poesía, convocando la luz y la ciudad en una conversación que entrelaza cosmos, artista e historia.

Figuras
A la entrada, una instalación de múltiples cabezas de barro rojo con esmalte negro desafía al visitante. En una actitud que oscila entre lo enigmático y lo irónico, las cabezas se disponen irregularmente sobre una base de arena, signo de la permanente descomposición cósmica del planeta. Este umbral permite ver las cabezas emerger y, al mismo tiempo, sugiere su inminente desaparición, en una lógica ambivalente que resuena con las incertidumbres de nuestro tiempo.
A continuación, un conjunto de figuras humanas, entre lo grotesco y lo cómico, despliega, como sobre una página en blanco, una gramática de tipos y situaciones entre la ascensión y la caída. Las figuras del apresurado, la caída, la bailarina, la equilibrista, la curiosa, la del protesto, el accidente, entre muchas otras, involucran al visitante en un juego de descubrimientos que lo hace partícipe de la exposición.
La serie de figuras (y sus variaciones) culmina con cinco Personajes que revelan con claridad la relación entre la tradición alfarera —con sus modelos y objetos (pucheros, barreños, cántaros)— y la dinámica transformadora que surge del acto creativo. Estas piezas se convierten en disidencias frente al modelo ordenado y regular de la tradición. Y como bien sabemos, no hay relación más saludable con los saberes del pasado que aquella que los reinventa en el diálogo con el presente.

Líneas, torsiones, volúmenes
El cuerpo central de la exposición prolonga las líneas de ese diálogo, esencial en la práctica artística de Manuel Seita. Incluye una serie de variaciones sobre piezas tradicionales: formas redondeadas dotadas de patas o extensiones que introducen un desequilibrio morfológico, acentuado por elementos texturales que intensifican su extrañeza.
En este contexto, otra técnica cerámica tradicional cobra relevancia: las piezas construidas por placas. En ellas, la mano del artista se deja guiar por los materiales, corta, recompone, combina, abre huecos, traza líneas y alineamientos, ensaya torsiones, pliegues e incluso desastres. El conjunto titulado Cosmic Debris se organiza justamente bajo esta lógica, evocando la estructura del soneto por sus catorce líneas, aunque despojándose de toda obediencia a la técnica compositiva.
En una de las paredes se presentan cinco dibujos particularmente significativos. Surgidos como proyectos iniciales, pasaron del cuaderno de trabajo del artista a la mesa de lastra, recorriendo las etapas de modelado, construcción en volumen, cocción y esmaltado. En la superficie, cada dibujo exhibe sus diferencias y su unidad, permitiendo leerlos como fragmentos de un puzzle infinito, estrechamente ligados al movimiento y la materia que les dieron origen.

Dispositivos arquitectónicos
Una de las vertientes del proceso creativo de Manuel Seita desemboca en la elaboración de estructuras que podríamos llamar arquitectónicas, no porque reclamen un rigor disciplinar, sino porque manifiestan la fragilidad del propio proceso artístico. Al experimentar con distintas pastas, cada una de estas construcciones muestra los puntos de anclaje de las líneas, la vulnerabilidad de las uniones y los materiales, el descentramiento de las estructuras. Se podría definir esta lógica como anarquitectónica, como confirman otras obras del artista que no forman parte de esta exposición (véanse las fotografías).
Formas de la poesía, poesía de las formas
La sección final de la exposición incluye un poema de Al-Mu’tamid, poeta nacido en Beja en el siglo X, figura emblemática de Al-Ándalus. El poema se presenta en la vibrante plasticidad de los caracteres árabes modelados por Manuel Seita. En él, testimonio de un tiempo vivido en el Alentejo, el poeta escribió un lamento amoroso que concluye con una afirmación de esperanza poética:
si tu ausencia es una larga noche /
que nuestro abrazo de amor sea la aurora.
Sea también esa esperanza poética la que guíe la lectura de Cosmic Debris, el soneto abstracto que se muestra frente al poema de Al-Mu’tamid.
Junto a las ventanas de la galería, se cruzan las formas de la poesía con la poesía de las formas: exploraciones abstractas de formas y colores, algunas de ellas realizadas durante una residencia artística en Kecskemét (Hungría) en 2023. Conviene destacar que las residencias artísticas son, para Manuel Seita, una dimensión esencial de su práctica, al propiciar el encuentro con otros artistas y el contacto con nuevas técnicas y materiales. Por ello, la naturaleza exploratoria de estas obras convoca las variaciones de la luz solar para renovar, cada día, las secretas vibraciones de las piezas y revelar su propia poesía de las formas.
Friedrich Nietzsche escribió que es necesario sentir de manera cósmica. Manuel Seita nos invita a pensar que las artes cerámicas constituyen una vía esencial hacia ese propósito. Y no está solo en este retorno al barro, al cosmos, al tiempo lento de la vida.

Se prohíbe el uso de texto y las imágenes de este artículo, que se publican en Infoceramica exclusivamente para la promoción de la obra del artista, queda prohibida su reproducción sin permiso expreso. Infoceramica agradece a Manuel Seita por la ayuda prestada para la realización de este artículo.

