En el mundo de la cultura en general, y de la cerámica en particular, la difusión es sin duda uno de los pilares sin los que a la creación le faltaría algo. Puedes decir (y no te faltará razón) que la obra, las exposiciones o los eventos que se realizan son “lo importante”; pero, ¿qué ocurre si nadie se entera?
Que una exposición que ha costado mucho esfuerzo y trabajo realizar no tenga recorrido y parezca ser ignorada por los medios puede parecer anecdótico, pero es lo que ocurre en la mayoría de los casos. Las galerías profesionales suelen tener claro que la difusión forma parte de su trabajo, pero desgraciadamente no suelen programar exposiciones de cerámica. Por otro lado, cuando las exposiciones se realizan en espacios públicos o centros culturales, la difusión suele ser nefasta o se limita a los medios locales. En estos casos son los propios artistas los que se ven obligados a hacer la difusión.
Y aquí nos encontramos con otro problema, ya que no siempre los artistas tienen el conocimiento de cómo se debe hacer esta difusión, que en ocasiones queda relegada a las redes sociales. Pero hay que tener muy claro que las redes sociales no son “todo” en el mundo de la cultura: ni son el medio mayoritario de acceso a la información cultural, ni mucho menos el sistema profesional de hacer llegar la información a los medios.
No vamos a pensar que todo el mundo debe saber hacer una nota de prensa, pero hoy en día solo hay que buscar en Google “Cómo hacer una nota de prensa” y encontrarás las instrucciones precisas que harán que sea realmente muy fácil que tu actividad, exposición o evento se vea reflejada en la prensa especializada, que en el tema que nos ocupa, sigue siendo todavía hoy la forma de llegar a los lectores interesados específicamente en la cerámica.
Wladimir Vivas
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