Indudablemente, el volumen de este canal de comunicación es una oportunidad para todo el que tenga algo que ofrecer. En el caso del arte o la artesanía, si lo que se pretende es vender, habrá que aceptar que hablamos de comercio y aprender cómo se comercia en Internet.
Hoy en día tener una web no es sinónimo de tener visitas, como tener una tienda «física» en un mal sitio supone habitualmente que no entren clientes. En Internet el buen sitio de nuestra tienda es el posicionamiento en los buscadores y conseguirlo es cada vez más un trabajo constante, ya que la competencia estará trabajando también para conseguirlo. Por ello debería estar en manos de un profesional o, al menos, considerarlo como una parte más de la gestión de una web. Otra posibilidad es encuadrarse en directorios especializados, que sí estarán debidamente posicionados y facilitarán la llegada de clientes a nuestra web, que debe ser además atractiva y permitir las opiniones y valoraciones de nuestros clientes, ya que el internauta «nativo» exige esa interacción, no quiere tener sólo la opinión del vendedor, sino también la de otros usuarios.
Wladimir Vivas (Publicado en Revista Cerámica, Núm. 114, pág. 66)