Exposición de Thomas Bohle

“Las creaciones escultóricas de Thomas Bohle destacan con una distinción inigualable. El artista juega con las curvas y las contracurvas, la plenitud y el vacío, la concavidad y la convexidad, el lado derecho y el lado inferior, lo que vemos y lo que se esconde. […]

 

Influido por las antiguas cerámicas chinas y japonesas, que aprecia por su sencillez, su armonía y sus suaves contornos, Thomas Bohle también se inspira en las fuentes de la naturaleza, la arquitectura o la música… Admira la obra de Hans Coper, Lucie Rie o Pierre Bayle, y afirma estar influenciado por las esculturas de Constantin Brâncuși y Eduardo Chillida. Ya sean estrictamente cilíndricas o muy acampanadas, sus creaciones, perfectamente simétricas, están dominadas por líneas puras y regulares. Aunque difieren en tamaño y forma, tienen en común el hecho de estar huecas en su centro, formando una especie de espiral que absorbe la luz. La impresión de profundidad, acentuada por las sombras, confiere a la pieza un movimiento vertical que refuerza el dinamismo impulsado por los objetos sistemáticamente circulares. A partir de un punto de apoyo mínimo sobre el que se apoyan, las obras se extienden para habitar el espacio”.

 

Guillaume Morel, periodista y crítico de arte, del catálogo de la exposición.