Residencias Artísticas - Centro de Arte de La Cepeda 2025

Alejandro Frieri

by Infocerámica

La obra de Alejandro Frieri explora el cuerpo como territorio en tránsito, abordando temas de frontera, desplazamiento y memoria. A través de acciones mínimas y dispositivos poéticos, su práctica articula una reflexión crítica sobre la vulnerabilidad, la presencia y lo común

Cartografías del cuerpo y los límites

Wladimir Vivas

Entre la introspección y la acción, la obra de Alejandro Frieri (Cartagena, Colombia) habita un territorio donde cuerpo, materia y espacio se transforman y dialogan. Su práctica, que combina performance, cerámica, instalación y archivo, parte de una consciencia creativa que explora tanto lo íntimo como lo colectivo, lo esencial como lo transitorio.

Después de años de trabajar con arcilla, Frieri ha llegado a una forma que considera originaria: una figura circular con un eje central que remite al átomo, la célula o el sistema solar. Esta forma, que se multiplica y se transforma al ser trabajada, es el punto de partida de un proceso lento y casi meditativo. A medida que la arcilla se seca y gana firmeza, surgen estructuras que parecen contener algo más que materia: una especie de alma tangible. Lo mismo sucede en sus acciones performativas, donde gestos mínimos —caminar, marcar el suelo, detenerse— abren fisuras en la rutina y proponen otra manera de estar en el mundo.

La frontera, en su trabajo, no es una línea que separa, sino un umbral que invita al cruce. En performances como Cuerpo discontinuo o Prácticas de desplazamiento, Frieri interviene espacios urbanos desde el silencio y la presencia, generando pequeñas interrupciones que invitan a mirar con otros ojos. El cuerpo, más que un objeto a representar, se convierte en sujeto activo, archivo vivo de experiencias y memorias compartidas.

La arcilla y el cuerpo comparten en su obra una misma lógica: son soportes que mutan, que guardan huellas, que hablan desde lo vulnerable. En piezas como Memoria en tránsito, los materiales encontrados no son restos del pasado, sino fragmentos cargados de afecto que vuelven a activarse a través de la acción. La documentación —fotográfica o audiovisual— no busca cerrar la obra, sino abrir nuevas lecturas.

En ese cruce constante entre forma, gesto y espacio, Alejandro Frieri construye una obra que es, a la vez, sencilla y potente. Una invitación a detenernos, a mirar hacia adentro, y a habitar con más atención los territorios que compartimos. En un tiempo marcado por el movimiento, la dispersión y el desarraigo, sus piezas —ya sean de arcilla o de presencia— nos ofrecen un lugar para la pausa, el encuentro y la transformación.



@a.frieri


Se prohíbe el uso de texto y las imágenes de este artículo, que se publican en Infoceramica exclusivamente para la promoción de la obra del artista, queda prohibida su reproducción sin permiso expreso. Infoceramica agradece a Alejandro Frieri por la ayuda prestada para la realización de este artículo.


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