Hasta el 27 de noviembre se puede visitar la exposición de cerámica y pintura de Clemente Ochoa en el Museu del Càntir de Argentona (Barcelona).
Información ofrecida por la organización:
Catedrático, escultor y pintor, Manuel Clemente Ochoa nace en 1937 en Cascante y se forma en un eje de ciudades que une Pamplona con Zaragoza y Barcelona. Diferentes museos exhiben permanentemente su producción; sin embargo, espacios públicos de varias ciudades europeas y del oriente medio acogen su obra monumental.
Clemente Ochoa presenta tres etapas que determinan su obra hasta el momento: una primera de realismo académico en el que predomina la pintura; una segunda, en la que en las formas piramidales de su escultura aparecen torsos troncales rematados en pequeñas y delicadas cabezas líricas; y una tercera, donde el geometrismo y la abstracción someten a las figuras a una estilización de ritmos y formaciones dinámicas, llenas de gesto y vida.
La producción de cerámica de Clemente Ochoa ha pasado prácticamente desapercibida u olvidada por años. Aquellos que han abordado el estudio de la producción del artista navarro, profesor universitario en Barcelona durante décadas, lo han recordado a menudo sólo como pintor, escultor y, si acaso, grabador. Los estudios que han querido sacar el intríngulis de su multiplicidad expresiva han determinado, además, que su primera etapa creativa, ligada aún al academicismo, ha correspondido al empleo pictórica; siendo su escultura, en el resto de periodos, la disciplina que tomaba el protagonismo. De este modo, se ha descuidado que la personalidad de Clemente Ochoa ha podido hacer constantes incursiones en todas las artes plásticas que ha frecuentado, con independencia de un encorsetamiento cronológico. Bien es cierto que no faltan razones para hacer la clasificación convencional en la que nos han acostumbrado los críticos. Hay que entender que hacen su lectura en función de las muestras públicas del quehacer del maestro en cada momento. Unas veces las exposiciones han sido protagonizadas por los lienzos, otros por los metales … pero también ha habido la cerámica en las salas que han acogido el legado creativo de Clemente Ochoa. La cerámica, sea como sea, parece que haya sido una especie de hermana pobre.
Ahora bien, el Museo del Cántaro, de Argentona, permite hacer justicia a la originalidad creativa que el autor prodigó con el barro. Después de cuarenta años de la celebración de su primera exposición individual en Cataluña, nos es permitido reencontrar unos personalísimos cántaros que en aquella época hacían su primera aparición en público, por ejemplo en la galería de arte de La Pedrera. Son fruto de la labor llevada a cabo durante los años setenta, los veranos con arcillas canarias y el resto del año con otras catalanas. Poco a poco se consiguió una colección de retratos grotescos -càntirs policromos todos ellos- que a menudo el autor relacionaba con la gestualidad de los cantantes que sobreactúan. En el reencuentro que hoy se ofrece son acompañados de la pintura expresionista del autor.
La exposición se podrá visitar hasta el 27 de noviembre
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Información:
Museu del Càntir d’Argentona
Plaça Església, 9
08310 Argentona, Barcelona
Tel. 937 972 152
Email: correu@museucantir.org
Web: www.museucantir.org
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Noticia enviada el 11/10/16 por Museu del Cántir d’Argentona
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