Exposición de Sawada Hayato

“Dar forma al color” marca el tan esperado debut internacional en solitario del artista Sawada Hayato (n. 1978). La muestra presenta más de treinta obras recientes creadas exclusivamente para esta exposición. Originario de Kasama, en la prefectura de Ibaraki, al norte de Tokio, Sawada trabaja con cerámica dentro de la tradición de los grandes maestros de la región de Kantō, como Kamoda Shōji y Wada Morihiro. Aunque no llegó a conocer personalmente a Kamoda ni a Wada, Sawada comparte con ellos un enfoque distintivo hacia la integración entre patrón, forma y material, lo que ha llevado a algunos críticos a considerar a los tres como representantes de un nuevo y emocionante linaje cerámico de Kantō.

Las formas de Sawada —ya sean angulosas y multifacéticas o suaves y curvilíneas— se realzan aún más mediante patrones superficiales de alto contraste, ricos en texturas. El proceso de creación es extremadamente meticuloso y laborioso. Sawada construye a mano cada pieza, aplica engobes sobre las zonas sin enmascarar y luego incide las superficies. Utiliza una técnica propia a la que denomina *nama-zōgan*, o “incrustación en crudo”, que consiste en incrustar engobe negro en las piezas antes de la primera cocción (*bizcochado*). Posteriormente, enmascara la superficie y aplica capas de esmalte y engobe esmaltado. En ocasiones, emplea un vidriado feldespático denso que, al ser cocido, desarrolla una textura orgánica, cuarteada. Cada obra requiere múltiples cocciones a temperaturas cuidadosamente calibradas. El resultado son vasijas que cobran vida como pinturas abstractas tridimensionales.

Para describir su enfoque artístico, Sawada recurre al lenguaje de la música clásica, otra de sus pasiones. Así como los músicos reinterpretaban partituras centenarias desde una sensibilidad contemporánea, Sawada crea piezas cerámicas que, aunque elaboradas con técnicas ancestrales como el modelado a mano, la aplicación de engobes y la incrustación, poseen una estética profundamente moderna. A través de la forma, el patrón y la textura, sus obras buscan alcanzar una unidad narrativa.

Aunque su padre también es ceramista, Sawada se sintió impulsado a trabajar con barro por el deseo de crear algo radicalmente distinto. Es en gran medida autodidacta, ya que no recibió formación formal en cerámica ni en un entorno académico ni a través de un aprendizaje tradicional. A pesar de estar aún en una etapa temprana de su carrera, sus obras ya forman parte de las colecciones del Crocker Art Museum (Sacramento, EE. UU.) y del Ibaraki Ceramic Art Museum (Japón).