Hoy en dĆa hay tantos productos en Internet que es difĆcil definir el modelo de comunicación que necesitamos. Existen las pĆ”ginas web tradicionales, los blogs, las redes sociales, los directorios o los “wikis”, entre otros; y, ademĆ”s, cada vez estĆ”n mĆ”s interrelacionados, de forma que en un sitio web podemos integrar el blog o, por el contrario, podemos montar nuestra web aprovechando la estructura de un blog, o que el botón “GalerĆa” de nuestra pĆ”gina web remita a una galerĆa de fotos de Flikr (por ejemplo).
Es lógico que esto lleve a una cierta confusión, se superpongan las aplicaciones o se utilicen para lo que no estÔn diseñadas. Para tratar de paliar esto, es importante pensar bien qué queremos de Internet y cuÔl es nuestro perfil. Entre lo que esperamos de Internet puede estar la simple difusión de nuestro trabajo, también puede ser estar en contacto con otros ceramistas, vender a través de la red, tener un medio de expresión, dar a conocer servicios profesionales o cursos.
AquĆ es donde hay que meditar bien cuĆ”l es nuestro perfil. SerĆa contraproducente que un ceramista no profesional (entendiendo la profesionalidad no desde el punto de vista de calidad del trabajo, sino simplemente si comercializamos nuestro trabajo) ofrezca varias piezas a la venta: si hay que vender cerĆ”mica, hay que implicarse, creando una tienda o, mejor aĆŗn, utilizando las tiendas profesionales ya constituidas. Si lo que quieres es simplemente mostrar de forma atractiva el trabajo que tanto cuesta hacer, lo mejor serĆa montar una pĆ”gina web agradable y sencilla, que haga que se admire lo mejor que sale de tu horno. Si aprecias tu propia obra no es una buena idea pretender difundirla ofreciendo doscientas malas fotos…
Otra posibilidad es que seas un ceramista con intención de participar en exposiciones y con la ilusión de que te fichen en galerĆas del paĆs o del extranjero, que te seleccionen para ferias, congresos o concursos. Para este uso, ademĆ”s de lo anteriormente dicho tenemos que cuidar al mĆ”ximo la forma en que ofrecemos la información. Es necesario que estĆ© claro dónde encontrar el curriculum; ofrecer una galerĆa de fotos con todos los datos de cada pieza, incluso con la posibilidad de descargar fotos en alta resolución, que facilitan la publicación en catĆ”logos o revistas, ofrecer un escrito en primera persona sobre tus inquietudes o el desarrollo de tu obra, descargas de los textos que se hayan publicado sobre ti, foto personal y datos de contacto. Esto tan evidente no se cumple en muchos casos; en ocasiones por exceso de diseƱo puramente visual, en otras por la falta de organización y, cada vez mĆ”s, por la acumulación de funciones.
Todo esto también debe aplicarse a las actividades y eventos en los que participamos para facilitar la difusión de los mismos a través de los medios de comunicación. En esta redacción es habitual recibir emails, incluso folletos impresos, sobre eventos o exposiciones en los que no aparece una forma de contactar con la organización, el lugar o la fecha en que se realizan.
En la mayorĆa de las ocasiones, para un ceramista lo ideal es tener un simple “portafolios” digital con nuestros datos, fotos y curriculum, apoyado por un blog personal si queremos ofrecer actualizaciones de nuestra actividades. Eso sĆ, es importante conseguir que nos incluyan en el mayor nĆŗmero posible de directorios y listados.
Wladimir Vivas (Publicado en Revista CerÔmica, Núm. 127, pÔg. 66)