Tenemos la suerte de poder contar con las propias palabras de la artista Ana Nance, que nos presenta su obra, una suerte de simbiosis de materiales y procesos unidos en el objetivo común de ofrecernos un discurso entre la memoria y los símbolos, la eterna búsqueda del tiempo perdido
Horno Ciego
Texto: Ana Nance
Del 21 de junio al 30 de junio se puede visitar esta exposición en Nave Oporto, Madrid
Últimamente me siento más como un híbrido. Una crianza del alma interdisciplinaria, referencias interculturales que entrelazan las preocupaciones usando la memoria y el avance interesado en apropiarse de nueva formaciones. El sentido de identidad y la desconexión del pensamiento es inevitable entre el tiempo imparable, a veces siento una sensación emocional de disociación. La erosión de ciertos tejidos, valores y formas de vida que una vez se cosieron en nuestras comunidades puede ser recordada utilizando la conciencia creada a través de nuestras historias personales. Este propósito significativo de comprender nuestra relación con la tierra y nuestra existencia en ella nos ayuda a entender el universo e impulsa nuestra conectividad para interactuar. En particular, encuentro importancia y fuerza en el material que yace bajo la superficie de la tierra como metáfora orgánica para fusionar el poder de la naturaleza con los ambiciosos gestos que los humanos han realizado históricamente al crear objetos útiles y necesarios. Estos objetos han sido y siguen siendo una forma de lenguaje que engloba el pasado con las preocupaciones del presente. Cuestionar la curiosidad de la existencia, el flujo natural de las cosas científicas, metafísicas, abstractas y espirituales todas juntas ha influido en mi diálogo visual, y soy honesto sobre mi intención porque proviene de mis semillas genéticas, mi bagaje cultural y mis experiencias fundidas en una olla caliente como una receta. Las relaciones imperfectas de nuestro mundo interior chocan por la confusión y la falta de concentración, un efecto que atribuyo a la tendencia a prestar atención durante 15 segundos en nuestro estilo de vida multitarea. La armonía necesaria para contrarrestar el peso de tantos intereses revierte en la simple acción y el interés de la creatividad en tantas disciplinas.
Documentos, fotografías, dibujos y ejemplos de materiales se reúnen en una instalación que alimenta la misma hambre de conocimiento e inspiración para acompañar como una declaración de la investigación y el tiempo que reúne no sólo este proyecto, sino cualquier proyecto en forma de estudio y dentro del entorno, por lo tanto, siendo parte de la auto-evolución. La exploración de temas como la identidad, la autoexploración, la memoria, la metamorfosis, los temas de actualidad y lo rural y lo urbano se encuentran entre las ideas trabajadas para crear ilusiones de imaginación y alquimia. El uso de arcillas silvestres extraídas de la tierra de donde es mi madre en la Sierra del Segura y la elaboración de vasijas influenciadas por las formas tradicionales y cocidas en fosa en la misma tierra son técnicas que me conectan no sólo con mis orígenes sino con la idea de llevar adelante la evolución con estas nuevas formaciones. He utilizado la fotografía, siendo fotógrafo desde hace muchos años, como idea para plasmar la importancia de los objetos, unos antiguos y encontrados, otros formados conjuntamente.
Las pequeñas figuras en forma de roca son Ópalos de Menilita o “ídolos naturales” encontrados en la naturaleza y sus reproducciones en barro silvestre, bronce amarillo, estaño y plomo.
Exposición “Horno ciego”: Del 21 de junio al 30 de julio
Nave Oporto
Avenida de Pedro Díez, 25 – bajo Izquierda
Madrid
Fotos: Cortesía de Ana Nance
Se prohíbe el uso de texto y las imágenes de este artículo, que se publican en Infoceramica exclusivamente para la promoción de la exposición, queda prohibida su reproducción sin permiso expreso. Infoceramica agradece a Ana Nance la ayuda prestada para la realización de este artículo.