Hablemos claro: poder vivir haciendo cerámica es un privilegio. También poder vivir en el entorno creativo de la cerámica lo es, y en ocasiones esto se hace si cabe más evidente
Esta introducción, que reconozco un tanto enigmática, surge en parte de un ejercicio de autosugestión. Es cierto, y conocido por todos, que es difícil vivir de la cerámica; sin embargo, cualquiera que haya tenido que ejercer otros trabajos sabe de la satisfacción que aporta poder dedicarse a lo uno elige, a lo es una pasión. Conseguir que esa pasión aporte un medio de vida es duro, y lógicamente conlleva sinsabores y mucha falta de seguridad.
También debemos reconocer que, desgraciadamente, en el momento actual esto no es exclusivo del trabajo artístico o artesanal, ya que el modelo de empleo, especialmente para los jóvenes que empiezan en el mercado laboral, va cada vez más hacia la inseguridad y la precariedad. Los ceramistas ya partimos de la inseguridad y la precariedad, pero al menos disfrutamos en el taller.
Obviamente esto no significa que debamos estar agradecidos por hacer lo que nos gusta; más bien al contrario, debemos trabajar entre todos para dignificar la labor del ceramista y, en general, de los artesanos (el artista, mal que bien, ya cuenta al menos con un prestigio social).
En la entradilla digo que en ocasiones el privilegio de desarrollar nuestra carrera profesional en el entorno de la cerámica se hace evidente. En el caso de quienes hacemos Infocerámica, esto se cumple en ocasiones muy especiales. Os cuento: hace más de un año, el ceramista Shozo Michikawa nos pidió que reuniéramos un grupo de ceramistas para participar en un festival de cerámica en Japón. Él mismo se lo propuso a un grupo de ceramistas que participaban en uno de los cursos que impartió en nuestro país. Meses después tenemos la inmensa satisfacción de poder acompañar a este grupo de ceramistas a Japón, un grupo compuesto por ceramistas reconocidos y de dilatada carrera, como Maite Larena, Rafaela Pareja o Xohan Viqueira, pero también por otros ceramistas más jóvenes, algunos con más experiencia que otros, para los que esta será su primera experiencia de participación en una reunión internacional. Estos ceramistas son Eba Barrio, Idoia Grijalbo, Ana Cano, Alejandro Fernández, Carlos Martínez, César Torres, Penelope Vallejo y Macarena Mompó.
Definitivamente trabajar para la cerámica siempre es un placer. Y en ocasiones como esta, un privilegio.
Wladimir Vivas
PD. Estaremos en Japón hasta el 3 de diciembre, por lo que Infocerámica funcionará a “medio gas”. Lo sentimos, pero a la vuelta espero poder traer buenos artículos, entrevistas y reportajes,