En 1963 se creó en St. Ives el taller Troika, que durante veinte años mantuvo la producción de una cerámica en serie, pero con un marcado carácter artístico. Sus creadores Benny Sirota y Leslie Illsley fueron a contracorriente de la influencia de Leach, creando una cerámica moderna, más relacionada con las vanguardias artísticas que con la tradición artesana.
En este libro se recoge la historia de este taller, que no ha sido lo suficientemente reconocido, y lo hace desde un acercamiento que podríamos llamar biográfico, ya que cuenta la historia de sus creadores, sus inquietudes y dificultades para la instalación del taller, sus influencias y los acontecimientos que llevaron tanto a su relativo éxito como a su declive.
Troika nació en un momento en que la zona del suroeste británico se caracterizaba por la afluencia de artistas que buscaban un renacimiento de las artes aplicadas, pero lo hicieron desde una perspectiva que les alejaba de la corriente dominante que buscaba una vuelta a los orígenes, de la mano de la tradición Leach. Establecieron un taller que funcionaba más como una pequeña factiría, contratando decoradores y especialistas en moldes, con la idea, siempre anhelada, pero pocas veces conseguida, de acercar la obra artística de calidad al pueblo, con la realización de piezas creativas pero realizadas en series, pero siempre manteniendo el tratamiento artesanal de cada una de ellas.
Este libro ha rescatado las opiniones de los artistas y artesanos que trabajaron en Troika, así como de sus fundadores, aportando de esta forma no solo la más completa historia de este taller, sino también un reflejo de la forma en que se desarrolló el ambiente artístico en St. Ives durante dos décadas.
Un libro realmente conmovedor que plantea ciertos interrogantes: ¿Es posible introducir la obra artística de calidad las casas a precios accesibles para las clases medias? Troika lo intentó, pero desgraciadamente no fue entendido en su momento, a principios de los años ochenta estaba ya claramente en declive, después del cierre del taller, se vendieron los edificios, se liquidaron a precio de saldo los moldes y bizcocho acumulados durante años y los fundadores dejaron incluso de tener contacto personal.
Leslie Illsley murió en 1989, después de unos años entre la depresión y las necesidades económicas, que le llevaron a pedir trabajo de lavaplatos en un restaurante y a pintar cuadros para los pubs de su entorno. Murio, afortunadamente rodeado de su familia y sus amigos, pero tristemente convencido de que de su obra no quer¡daría nada, que sus ilusiones y proyectos no sirvieron para nada. Este libro se puede leer como un tributo a su figura junto a la de Beeny Sirota, pero también como la historia de una ilusión, de una forma de entender el arte e incluso el paso por la vida.
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Ben Harris nació en Cornwall en 1981, desde hace años ha sido coleccionista de las piezas de Troika e investigador de su historia. Lawrence Illsley es escritor, cantante y compositor, además de ser hijo de Leslie Illsley.
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Texto: Wladimir Vivas
